Respeto:

Además del respeto hacia los demás, una pareja no puede funcionar si el respeto no lo dirigimos también a nosotros mismos. ¿Si no nos amamos a nosotros mismos quién ha de amarnos?

Conocimiento:

También el conocimiento nos será de gran utilidad. No sólo conocer a la persona que amamos sino también conocernos a nosotros mismos. ¿Sabemos quiénes somos, qué nos gusta, qué nos disgusta, qué necesitamos, qué queremos del mundo y qué queremos dar al mundo?

Tolerancia:

La tolerancia nos ayudará en gran medida, mientras que seamos personas tolerantes hacia el dolor, hacia el sufrimiento. Tolerar no quiere decir aguantar, sino mantener la calma cuando hay tormenta, mantener el espíritu tranquilo cuando no salen las cosas como queremos y mantener la voz calmada cuando se discute. Tolerar también es olvidarse de los amores de telenovela y poder vivir la realidad tal y como es. Tolerar la vida real cotidiana de todos los días, la vida de la pasta de dientes abierta, las tostadas quemadas o la ropa sucia en el suelo. Y de vez en cuando actuar como en un cuento de hadas y dejar paso al romanticismo.

Felicidad:

Para dar satisfacción a los demás, debemos ser personas satisfechas. Si en la otra persona buscamos nuestra felicidad, andamos el camino equivocado y sólo encontraremos desdicha. La felicidad siempre está en uno mismo y encontrarla no depende de nadie. Podemos solicitar ayuda, pero nunca lo lograremos sin nuestra propia ayuda. Lógicamente la felicidad es algo que nunca se alcanza pero siempre se persigue y muchos son felices mientras la buscan. Seamos felices para hacer felices a los demás. No al revés.

Comprensión:

Comprensión no es compasión ni mucho menos justificación. Muchas veces necesitaremos entender los motivos que impulsan a nuestra pareja a realizar ciertos actos. Sólo dialogando encontraremos la respuesta. Imaginar es muy hermoso para escribir novelas o crear arte, pero no para mantener una relación viva y estable. Preguntemos, dialoguemos y tendremos respuestas. Después comprendamos las respuestas y descubramos que somos diferentes. Maravillosamente diferentes.

Además de reflexionar sobre estos temas, nos será muy útil la Astrología, ya que la influencia de los astros en el momento de nuestro nacimiento desarrolló un caracter propio y único en cada uno de nosotros. Si quisiéramos hacer un buen estudio de compatibilidad entre dos seres lo ideal sería una lectura atenta y seria de las cartas astrales de ambos.

En este momento haremos sólo una aproximación de lo que pueden ser las tendencias de sus respectivos signos.

Cada signo pertenece a un elemento (Fuego, Tierra, Aire y Agua) y estos elementos se relacionan de una manera determinada:

Fuego (Aries, Leo y Sagitario)
Tierra (Tauro, Virgo y Capricornio)
Aire (Géminis, Libra y Acuario)
Agua (Cáncer, Escorpio y Piscis)

Ahora puedes descubrir la relación de compatibilidad entre dos signos de una manera muy sencilla. Recuerda que sólo es una aproximación y que la verdadera compatibilidad ha de ser desarrollada a través del estudio de ambas cartas natales.