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comenzar la Guerra de Reforma, Osollo y Mirarnón ocuparon la ciudad
el 13 de marzo de 1858, pero a principios del año siguiente la tomó
el liberal José Iniestra y a mediados del mismo calló de nuevo en
poder de los conservadores que en junio erigieron a León en Departamento
independiente de Guanajuato. Desde el 11 de mayo de 1860 los liberales
fueron los amos, pero el 4 de junio se restableció el gobierno conservador
y Miramón estuvo de nuevo, y en esa ocasión se le huyó Zuloaga, a
quien traía consigo. La derrota que luego sufrió aquel en Silao, el
10 de agosto, hizo que ganaran la ciudad los liberales. Sobrevino
la Intervención y los franceses la tuvieron desde el 13 de diciembre
de 1863 hasta el 26 de igual mes en 1866. El 19 de enero de 1864 fueron
ejecutados los jóvenes leoneses Francisco Zambrano, Francisco Ontaion
y Miguel Carrillo que luchaban como guerrilleros contra la Intervención.
En el mismo año, desde el 29 de septiembre, y por unos días, Maximiliano
visitó León, siendo muy festejado.
Para entonces era la segunda urbe del
país en número de habitantes, contando 104 mil. Debe aclararse que,
bajo el Segundo Imperio, el Departamento de León volvió a abarcar
el mismo territorio que había tenido hasta 1857, en que la municipalidad
de Pénjamo, que incluía Huanímaro, Abasolo y Cuerámaro, le fue segregada
con excepción del último, pero al triunfo de la República, Cuerámaro
volvió a depender de Pénjamo (desde el 9 de julio de 1867) y se ratificó
la mutilación dictada antes. Además, el 22 de marzo de 1867 se había
decretado que el Partido del Rincón se dividiese en dos municipalidades
San Francisco y Purísima, quedando la primera sujeta a León y la segunda
a Guanajuato. Sin embargo, parece que se rehizo el Departamento por
unos años mas, abarcando, aparte del municipio de León, los de San
Francisco del Rincón, Purísima y Piedra Gorda, hasta que, el 11 de
diciembre de 1881, se suprimieron las jefaturas de Departamento, dejando
a León como simple municipalidad. Pero el 16 de mayo de 1885 se restablecieron
tales jefaturas hasta su definitiva supresión, decretada el 4 de diciembre
de 1891, con lo que no tuvo ya jurisdicción mayor que la de su propio
municipio. Por los años de 1870 a 1872 se habló de formar el Estado
del Centro con el cantón de Lagos y el Departamento de León, como
era antes de 1857, más el partido que comprendía Ocampo y San Felipe,
teniendo por capital a la "Perla del Bajío"; eran campeones de este
intento, el doctor Antonio Peña y José Rosas Moreno.
Desde el 17 de septiembre de 1867 hasta
el 13 de noviembre de 1876 fungió como jefe político del Departamento
el coronel Octavio Rosado nacido en Yucatán, cuya actuación fue benemérita,
y a él se debe la construcción de la Casa Municipal, concluido en
1869, y el éxito de la espléndida celebración el 20 de enero de 1876
del tercer centenario de la fundación de la ciudad. Otro jefe político,
el coronel Cecilio Estrada que tuvo ese cargo desde el 16 de enero
de 1877 hasta el 15 de noviembre de 1880 y de nuevo en 1893, a partir
de mayo se captó el aprecio de los leoneses a pesar de un incidente.
En 1877, al que se aludirá adelante. Debe mencionarse también a José
María García Mujícaz (1882-1883, 1899-1901 y 1909), a Archibaldo Guedea
(1901-1907) y al doctor Jesús D. Ibarra (1908 y 1909-1911). Cuando
gobernaba el último, Madero estuvo en León en un mitin celebrado el
30 de marzo de 1910, y al día siguiente fundó un club antirreeleccionista.
Entre tanto, en el orden religioso,
Pío IX erigía el 25 de enero de 1863 el obispado de León que abarca
la mitad septentrional del Estado de Guanajuato (incluyendo hasta
los municipios de Piedra Gorda, Romita, Irapuato, Pueblo Nuevo, Guanajuato
y San Miguel de Allende por el sur) y el curato de Comanja en el Estado
de Jalisco. (El de Jalpa, en cambio aunque en territorio guanajuatense
, ha pertenecido al arzobispado de Guadalajara y actualmente al obispado
de San Juan de los Lagos). El 12 de julio del mismo año era consagrado
en México el primer obispo de León, doctor José María de Jesús Díez
de Sollano y Dávalos, quien tomó posesión el 22 de febrero de 1864
y murió el 7 de junio de 1881. Fue un sabio humanista, poseedor de
una excelente biblioteca, parte de la cual vino a quedar como núcleo
de la de la Escuela Secundaria y Preparatoria local. Protestó apasionadamente
contra las Leyes de Reforma y su elevación, en 1874, a constitucionales.
Las últimas procesiones religiosas se tuvieron en su sede en la semana
santa de 1867, y 10 años después, el jueves santo 30 de marzo, un
piquete de soldados a las órdenes del jefe político, coronel Cecilio
Estrada, disparó sobre la gente que rezaba en voz alta por las calles,
causando muertos y heridos. El obispo Díez de Sollano y Dávalos abrió
el 25 de mayo de 1864 el Seminario Conciliar (cuyo antecedente fue
el Colegio de la Madre Santísima de la Luz, fundado en 1844 por el
benemérito cura y notable humanista José Ignacio de Santo Tomás, Impulsó
activamente la construcción de la catedral (antes "Compañía Nueva"),
la que fue consagrada en 1866, prosiguiéndose los trabajos hasta su
muerte. y continuándolos su sucesor el doctor Tomás Barón y Morales,
quien llegó a León el 30 de enero de 1883., fundó el 7 de enero de
1887 el Instituto Científico y Literario, ayudó a las víctimas de
la inundación de 1888 y falleció el 13 de enero de 1898. En este año,
el 7 de mayo, tomó posesión del obispado el doctor Santiago Garza
y Zambrano, quien salió de su sede el 27 de abril de 1900 para asumir
el arzobispado de Linares. El 27 de diciembre de 1900 fue consagrado
en León el doctor Leopoldo Ruiz y Flores, quien también fue trasladado
a la arquidiócesis de Linares, y por ello se ausentó el 2 de noviembre
de 1907. Bajo su gobierno se coronó, con gran esplendor, la imagen
de la Madre Santísima de la Luz, el 8 de octubre de 1902, y quedaron
concluidas las reparaciones y modificaciones de la catedral. Inauguró,
el 26 de enero de 1903, el Instituto Sollano e instaló en el Seminario.,
el 19 de enero de 1905, una Escuela de Música.
El 19 de noviembre de 1907 arribó el
doctor José Mora y del Río, quien convocó a los católicos que pugnaban
por mejorar las condiciones socio-económicas. a celebrar en León la
Segunda Semana Social, después de lo cual dejó la ciudad el primero
de febrero de ese año por haber sido nombrado Arzobispo de México.
Meses después el 15 de octubre fue el advenimiento del doctor Emeterio
Valverde y Téllez, quien regiría el obispado hasta su muerte el 26
de diciembre de 1948. Por lo pronto, reinstauró en 1910 la Academia
Filosófico-Teológica de Santo Tomás de Aquino y el 20 de marzo del
mismo año fundó la Escuela María Inmaculada, de instrucción secundaria.
Entre las construcciones eclesiásticas
de esta etapa, la más significativa es la catedral que, aunque sin
terminar, había consagrado ya el obispo Díez de Sollano y Dávalos
el 16 de marzo de 1866 trasladando a ella la imagen de la Madre Santísima
de la Luz (declarada patrona de los leoneses, por éstos, en 1849).
Para 1878 se erguían las torres, en 1880 se acababa el atrio, espléndidamente
ornamentado, y en 1885 se bendecía la sacristía, con lo que se concluía
el edificio, sólo que desde este año se iniciaba su reparación y,
terminada se consagraba nuevamente el 6 de octubre de 1889 Se añadieron
luego capillas como la de San José (1891-1893) y la de la Soledad
(1895) y posteriormente se transformó el altar mayor y se hicieron
otras obras hasta quedar con su aspecto actual salvo ciertas alteraciones
al coronarse en 1902 la venerada imagen mariana.
En 1875 se bendijo el Santuario de
Guadalupe y de 1870 a 1893 se construyó el Calvario con su fachada
neoclásica con frontón y columnas. El pequeño templo de Santo Domingo
(1898-1909), aunque del todo diferente a aquél, muestra tardías supervivencias
del neoclasicismo.
En León como en otras ciudades del
país fueron los franceses, bajo el Segundo Imperio, quienes plantaron
árboles y formaron prados en la Plaza Principal, en la que antes sólo
había una fuente al centro.
El Parque Hidalgo antiguo Paseo del
Ojo de Agua después de su ampliación en 1910, adquirió su fisonomía
característica. El bordo o malecón del Río de los Gómez data de 1889
aunque se trató de construir un dique o "muralla" desde 1647 y fue
reforzado tras la inundación de 1926. La afluencia o la carencia del
agua ha sido problema permanente: para remediar lo segundo, se había
acordado, en 1876, construir un acueducto para traer al centro de
la ciudad la que brotaba en el Ojo de Agua,. pero al fin se optó por
perforar profundos pozos en el Barrio de Arriba, la Plaza de la Constitución
y Santiago, en 1897-1898, además de que ya desde 1882 había fuentes
públicas. Desde 1866 se habían introducido empezando por la entonces
Plaza del Emperador el alumbrado de petróleo. La luz eléctrica se
había inaugurado, en reducida escala, el 17 de diciembre de 1898,
y al fin de 1904 se empezaban a colocar los postes para la nueva corriente
que procede del Duero (en Michoacán), pero hasta poco antes de acabar
1909 había en los portales de la Plaza Principal lámparas de gasolina
que fueron entonces sustituidas por focos.
Para las fiestas del Centenario en
1910, se hizo derroche de iluminación eléctrica, si bien sólo a partir
del siguiente año empezó a introducirse este alumbrado hacia barrios
como el de San Miguel. Desde 1892 la Compañía Telefónica Mexicana
prestó sus servicios y en 1898 una línea ligó a la ciudad con Silao,
La Luz, Guanajuato, Irapuato, Celaya, Salamanca y San Felipe.
El ferrocarril la había comunicado
con México desde el 23 de julio de 1882 y en el mismo año la había
enlazado con Guanajuato y Lagos; en marzo de 1884, con Ciudad Juárez,
y en mayo de 1888 con Guadalajara (a través de Irapuato). Desde 1882
empezó a haber tranvías, comenzando por el que unía al centro con
la estación. El primer automóvil se vio en 1904.
En contraste con estos progresos, la
"Perla del Bajío" sufrió primero la inundación de 1865 que destruyó
800 casas y luego la catastrófica del 18 de junio de 1888 que arruinó
más de 2 mil y dejó 242 cadáveres, además de 1,400 personas desaparecidas,
quedando más de 5 mil familias en la miseria y produciéndose un éxodo
de algunos millares de habitantes, lo que la hizo perder su rango
de segunda ciudad en el país por su población, que según García Cubas
era de 120 mil en 1884, cuando la capital de la nación contaba con
300 mil, Guadalajara 80 mil, Puebla 75 mil y Guanajuato 52 mil aproximadamente.
Enfermedades como fiebre tifoidea en 1861, Tifoidea en 1892 y escarlatina
en 1908 causaron, algunas, fuerte mortalidad. Las cifras de población
que se tienen resultan a veces inconciliables: en general, son altas
las que proceden de fuentes eclesiásticas y bajas hasta excesivamente
las de censos del Gobierno del Estado cuyo propósito era utilizarlos
para las elecciones (lo que acaso produjo la ocultación de personas
y su ausencia en los cómputos). En 1864 la Prefectura de León, que
abarcaba como antes de 1857 el Departamento de ese nombre, desde la
Sierra de Comanja hasta el Río Lerma, contaba 164 mil habitantes,
y de ellos había 104 mil en la cabecera, lo que está de acuerdo con
el cálculo hecho el año anterior por el canónigo J. Guadalupe Romero,
de 120 mil para el curato y 100 mil de ellos en la ciudad. En 1869
el Departamento o Distrito Electoral de León que además incluía las
municipalidades de San Francisco, Purísima y Piedra Gorda, tenía (según
Memoria de 1873 de gobernador Antillón) 119,380 pobladores, 78,930
de ellos en el municipio que lo encabezaba, lo que implicaría que
la urbe misma no albergaría más de 60 mil. Objetando, en 1872, esta
cifra electoral de 1869, José Garela Saavedra anotó un incremento
de 4,730 entre 1864 y 1871, restando el número de defunciones del
de nacimientos, y sin contar los inmigrantes que afluían a la "Ciudad
del Refugio", los que, sumados, elevarían esa cifra a 7 mil o 10 mil
(como promedio, 8.500). Si este aumento se agrega a los 104 mil computados
en 1864, habría en 1872 cerca de 112,500 en vez de 60 mil. El censo
del Gobierno estatal en 1882, arrojó un monto de 70,022 para el municipio
y sólo 40,742 para la ciudad, mientras la capital del Estado encerraba
52,112. Hay casi un consenso de que era ésta poco antes del cataclismo
diluvial de 1888 una ciudad tan populosa que rivalizaba con Guadalajara
o la superaba, y si esta última contaba 80 mil no es de creerse que
aquélla tuviese sólo la mitad. Si se tiene en cuenta el número cientos
de muertos y desaparecidos en esa terrible inundación, y el éxodo
de muchos de sus habitantes, ¿cómo podría explicarse que el censo
de 1895 arrojase para la ciudad 60,468 habitantes y, el de 1900, 63,413?
La más baja cifra admisible para 1882 sería de 60 mil; es decir, una
mayor que la de Guanajuato. El de 1910 daría 89,064, y esto significaría
que, para entonces, se había Recuperado y alcanzaba otra vez una población
cercana a la que tuvo antes de la catástrofe de 1888.
La instrucción pública fue atendida
por la Iglesia y el Estado, siendo aquella la que estableció el mayor
número de planteles de enseñanza superior: así, los paulinos reabrieron
su colegio en 1859 (pero hubieron de cerrarlo en agosto del siguiente
año); sobre la base de este esfuerzo, fundó el obispo Díez de Sollano
y Dávalos, en 25 de mayo de 1864, el Seminario Conciliar uno de los
mejores de México, donde se enseñaba, además de la carrera eclesiástica,
la de jurisprudencia, se atendían la música y las bellas artes, se
fomentaba la dedicación a las artesanías y oficios, y se estudiaban
varias lenguas extranjeras y alguna indígena como el otomí. También
se aludió ya a la inauguración, en 1887, del Instituto Científico
y Literario; a la instauración, en 1903, del Instituto Sellano (que
incluía, además, los años de primaria), y al establecimiento, dentro
del Seminario, en 1905, de una Escuela de Música Sacra, y, finalmente,
a la fundación, en 1910, de la Escuela María Inmaculada. El gobierno,
por su parte, puso en marcha, el 12 de febrero de 1878, la Escuela
de Instrucción Secundaria, que rivalizaba con el Seminario por su
alto nivel, Y superaba a éste en el aspecto científico, pero quedándose
atrás de 61 en el campo de las humanidades. Tuvo el Colegio del Estado
como también se le llamaba un excelente cuerpo docente y de allí como
así mismo del Seminario salieron alumnos esclarecidos. Anexo a aquella
escuela funcionó el Observatorio Meteorológico, al frente del cual
estuvo, por varios años, el sabio Mariano Leal. En 1872 según el Dr.
José García Saavedra existían, además, el Liceo Mexicano y otro Instituto
Científico y Literario que impartían instrucción primaria y secundaria,
siendo probablemente de carácter particular ambos planteles. No hay
que olvidar, en otro ámbito, las Escuelas de Artes, tanto la fundada
en 1876 por el canónigo Pablo Anda en la que había "talleres de zapatería,
rebocería, obrajería, herrería, platería, escultura, sastrería, imprenta
y una academia de música" como la instaurada en 1904 por el obispo
Ruiz y Flores en el Instituto Sollano, con talleres de carpintería
y zapatería.
En cuanto a la enseñanza primaria,
miembros del clero establecieron la Escuela del Seminario y el Colegio
de San Felipe de Jesús en 1901 y el ya aludido Instituto Sollano en
1903, mientras la Sociedad Católica sostenía, en 1872, 4 escuelas
para niñas y una para niños, y las Hermanas de la Caridad hasta su
expulsión en diciembre de 1874 otra también para niñas. Había, además,
en aquel año, "10 establecimientos particulares para niños y 14 de
mujeres". Por otra parte, la Sociedad de Enseñanza Popular, fundada
en 1870 por José Rosas Moreno, atendía, en 1872, 7 escuelas para adultos:
6 de ellas nocturnas y una en la cárcel.
El gobierno sostenía en 1875, en la
ciudad, 2 escuelas nacionales (es decir, federales) y 6 municipales
para niños, así como 2 nacionales y 6 municipales para niñas, y aparte
de esto había una nacional para niños en Tlachiquera (hoy Nuevo Valle
de Moreno). En 1881 se inauguraron 2 escuelas municipales para niños:
una en el Barrio de San Miguel y otra en el de El Coecillo, y en 1891
se abrieron sendas escuelas para niños y niñas en el Barrio de Arriba.
La labor del Estado culminó con la apertura, el 2 de abril de 1897,
de la Escuela Modelo en su magnífico edificio, en el que, en agosto
del mismo año, se tuvieron orientadoras conferencias pedagógicas.
La imprenta publicó gran número de
obras religiosas muchas importantes y muchísimas intrascendientes
y vieron la luz unos Breves apuntes sobre la antigua Escuela de Pintura
en México y algo sobre ese tema, y las Efemérides de la ciudad de
León de J. Séstenes Lira (1905).
En cuanto al periodismo, tuvo éste
amplio desarrollo: en 1860 apareció El Conciliador, en 1868 La Verdad
y El Clamor Público; en 1869 El Álbum Literario de León y El Voto
Público y hacia el año siguiente El Estado del Centro; en 1871 La
Educación y La Pulga; en 1875 El Artillero y El Chicote; en 1875-1877
se publicó El Centinela y en el último año surgió el Boletín Municipal;
en 1878 El Masaya, en 1880 El Sol de Mayo, en 1881 El Intransigente
y La Era Nueva, en 1882 La Revista Literaria y La Aurora Literaria
y en 1833 El Tesoro de la Sociedad y El Pueblo Católico, siendo éste
el más importante, el cual duró hasta la Revolución. Entre 1883 y
1888 hay un verdadero enjambre periodístico (1883, La Fe; 1883-1884,
La Gacetilla; 1884, El amigo del progreso, El amigo del hogar y El
Álbum de la mujer. La escultura por Agustín F. Villa (1884) y unos
Estudios gramaticales sobre el náhuatl de Macario Torres (1887). Aparecieron,
asimismo, trabajos de historia local, como la segunda edición, aumentada
en 1864, de la Brevísima relación histórica de la fundación, progresos
y estado actual de la ciudad de León del padre Luis Manrique; los
Apuntes Geográficos y Estadísticos de la Ciudad de León del doctor
José García Saavedra (1872); el Curioso y muy interesante documento
en el que consta la fundación de esta ciudad de León de los Aldamas.
(1876); el Compendio histórico-geográfico de la erección del obispado
de esta ciudad. (1881) de Manuel García y Meyeda (autor también del
Episcopado. Mexicano Nacional, 1884) ; las "Noticias históricas de
la instrucción por el clero en León" del padre Eugenio Oiáez (1902),
1885, Boletín de la 7ma, Zona Militar; 1883, El Obrero, Negrito, El
Educador, El Patriota y La Sultana del Bajío; 1887, El Pensil, El
Zancudo y D. Ferruco; 1888, La Voz Popular, La Opinión Pública, El
Plectro, La Lechuza y algunos más. La terrible inundación de 1888
produjo, tal vez, un retroceso en esta actividad, a pesar de lo cual
en 1889 continuaba publicándose El Plectro y surgía La Palestra. Pocos
periódicos entre ellos La Luz (1892) se editaron entre 1890 y 1897,
pero en 1898 se tiene El Escolar y en 1899 El Arte y el Eco Literario.
Pocos también en 1900 y 1901, pero desde 1902 y hasta 1914 se publica
El Obrero, uno de los mejores que ha habido en León. Comienza en 1905
el Boletín eclesiástico de la Diócesis de León y en el mismo año se
edita El Fígaro; de 1906 a 1910 se tiene El Comercio; en 1906 El Correo
escolar; en 1907, El Anunciador y en 1908 El Correo de León.
Diversas actividades culturales desarrollándose
aún ,antes de que hubiese locales adecuados: así, actuó la cantante
Angela Peralta en 1866 y 1873 en la Plaza de Gallos (en la de toros,
en cambio, escandalizaba en 1870 el can-can). El Teatro Doblado desde
su inauguración en 1880 hasta el estallido revolucionario, tiene una
etapa gloriosa, habiéndosele mejorado en 1906. Mientras en él ejecutaron
obras musicales suyas o ajenas Ricardo Castro en 1903 y Julián Carrillo
en 1907, en la catedral estrenó una misa solemne, en 1894, el compositor
leonés Francisco Barajas. Una banda de música que dirigía Juan Pineda,
arraigó desde 1900.
La primera exhibición de cine se tuvo
en 1897 y después las auspiciaron El Buen Tono en 1905 y La Tabacalera
Mexicana en 1907, pero sólo desde este año o el siguiente hubo locales
permanentes para tal espectáculo: los salones "rojo" y "verde".
Mucho se distinguió en el campo cultural
desde su fundación en 1901 el Círculo Leonés Mutualista, que propició
conferencias como la allí dictada en 1906 por el jurista y sociólogo
leonés Toribio Esquivel Obregón, lo mismo que recitales y conciertos,
complementando con esto y con su biblioteca la acción cultural del
Teatro Doblado en el que se tuvieron, en 1909, los primeros juegos
florales en que alcanzó la flor natural el poeta Vicente González
del Castillo, debiendo mencionarse que desde 1903 existía la Sociedad
Literaria Manuel Gutiérrez Nájera. Es notable el número de asociaciones
mutualistas, similares al Círculo, que surgieron entre 1877 y 1911:
Sociedad Mutualista Fraternal, 1877; "La Fraternal", 1891; Sociedad
Mutualista Sollano y Dávalos, 1901; las "Miguel Hidalgo" y "Aldama",
1902; Sociedad Mutualista "El Porvenir" (1903) y Sociedad Mutualista
de Empleados (1911). Desde 1903 existió el Círculo de Obreros Miguel
Hidalgo. Los comerciantes más poderosos tenían desde 1882 la Lonja
Mercantil y, a partir de 1904, contaron con el "Casino".
Para los indigentes y desvalidos se
aprobó en 1863 la instauración de un hospicio de pobres y en 1865
el canónigo Pablo Anda fundó un asilo que 20 años después trasladó
al edificio contiguo a la casa de ejercicios del Santuario de Guadalupe,
en el mismo año en que el padre José María Yermo y Rosendo Gutiérrez
de Velasco fundaban el asilo del Calvario. En 1903 el obispo Ruiz
y Flores estableció un orfanatorio y 2 años después bendijo el nuevo
edificio del Hospital de San José. El gobierno del Estado, por su
parte, creó en 1909 la Inspección Médica Escolar que tuvo a su cargo
el doctor José de Jesús González.
El crecimiento industrial continuó
con aceleración, estimulado por las frecuentes exposiciones municipales
como las de 1876, 1877, 1878, 1880, 1886 y la de artefactos en 1900:
en ellas se apreciaban también creaciones artísticas y productos de
las artesanías. Entre las nuevas industrias se contó, desde 1877,
con la fábrica de hilados y tejidos "La Americana" y, desde 1894 con
la fundición "La Esperanza". Por su importancia comercial, fue visitada
la ciudad por numerosos viajeros que al terminar la penúltima década
del siglo XIX podían alojarse en alguno de los tres principales hoteles:
el Diligencias, el del Comercio o el Colón, a los que se agregó, desde
1895, el edificio en que pronto se alojó el Hotel Velasco, y en 1905
se puso en servicio el Hotel Guerra (hoy México) en lo que fue Mesón
de las Delicias y después Palacio Municipal. |
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